“Más vale malo conocido que bueno por conocer” Por favor, ¿a quién se le ocurrió esta idea?; y ¿a quién se le ocurrió propagarla con un refrán? Seguramente a alguien que no se atrevía a escuchar su voz interior o la acallaba autoengañándose.
Soñar es maravilloso, es fuente de vida, es energía en estado puro.
Tener los pies en el suelo no es incompatible con soñar, con diseñar y crear lo que realmente queremos, paso a paso. Nuestros pies nos llevaran a dónde anhelemos. Como dijo Machado “Se hace camino al andar”. Tener los pies en el suelo también es conectar con la tierra, nutrirnos de su energía y vivir haciendo las cosas que nos realizan sin perdernos en ensoñaciones que nos limiten a actuar. Descalzarse en la arena, en la tierra o en la hierba es un buen ejercicio que nos puede ayudar a hacer consciente esa conexión.
Creo firmemente que hemos venido a este mundo para disfrutar, para aprender, para ser cada día mejores, aceptándonos a nosotros mismos y a los que nos rodean sin olvidar nuestras ilusiones y nuestras pasiones.
Para pasar a la acción, para poder ponerle fecha de cumplimiento a nuestros sueños, hemos de abandonar el miedo y el fatalismo. Seguramente nos los enseñaron para protegernos, pero no nos sirven ahora si queremos conseguir nuestros objetivos y sentirnos vivos. ¿Qué tal si nos atrevemos a escucharnos y ser nosotros mismos?. ¿Qué opináis?